ESTRATEGIAS DIDACTICAS

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martes, 27 de febrero de 2018

EL CLIMA

















GEODINÁMICA TERRESTRE


El clima

¿Qué es el clima?

El clima de determinada zona es el resultado de la sucesión de las diversas condiciones del tiempo a lo largo del año. En las zonas templadas, las características atmosféricas, en una lenta transición, varían del verano al otoño, del invierno a la primavera, para recomenzar el ciclo. En los trópicos, se alternan períodos secos con épocas de lluvias intensas.

¿Qué origina el clima?

El clima de cada región depende de una serie de factores: la latitud, los vientos dominantes (que pueden ser calientes o fríos, húmedos o secos), la altura sobre el nivel del mar, la orientación de la ladera, la cercanía del mar, las corrientes marinas frías o cálidas, la vegetación, etc. Estos factores se relacionan entre sí y determinan la temperatura, la humedad y las posibilidades de vida.

Los tierras cercanas al ecuador son calientes porque reciben más directamente las radiaciones del sol. Algunas son húmedas porque las atraviesan vientos cálidos y húmedos que traen las lluvias. Otras tienen un clima desértico: en ellas se originan vientos calientes y secos, que producen cielos despejados y pocas lluvias.
 
Otras regiones, como las zonas monzónicas de Asia, tienen veranos lluviosos e inviernos secos porque en ellas se alternan vientos estacionales que provienen de climas opuestos. En algunas laderas de montaña, las lluvias se concentran en pocos meses del año, permitiendo cultivos de corta duración.

El clima es un factor determinante en la formación del suelo. Cambios de temperatura, lluvias y vientos contribuyen al desgaste de la roca madre. Igualmente, el clima influye en la existencia de las plantas, que sujetan el suelo y le aportan materia orgánica. Cuando la temperatura aumenta, es mayor la actividad de los microorganismos. Por esta razón, la materia orgánica del suelo se descompone con más rapidez en los trópicos, liberando los nutrientes.

La lluvia y el viento son los principales agentes climáticos que causan erosión por arrastre del suelo. Transportan partículas de tierra que se sedimentan en las zonas bajas.

El clima de una región puede cambiar por la degradación de un bosque o por la forestación, por la construcción de obras de riego o por tormentas de polvo (por ejemplo, cuando se produce la erupción de un volcán).

La vegetación proporciona sombra al suelo, disminuyendo la pérdida de humedad y evitando los bruscos cambios de temperatura. La transpiración de las hojas evapora lentamente en la atmósfera el agua que captan las raíces. En zonas de nieblas, las diminutas gotas se depositan sobre las hojas de los grandes árboles y se deslizan hacia el suelo.
Los bosques y las cortinas rompevientos atenúan la fuerza del viento. De esta manera, protegen los cultivos de la desecación y filtran el polvo.

El agua que se evapora de la superficie de embalses y canales de riego aumenta la humedad contenida en la atmósfera. Además, la nueva vegetación que crece con el riego también libera humedad por la transpiración de sus hojas. Esta humedad, a su vez, reduce la diferencia de temperatura entre el día y la noche.

Los fenómenos naturales

La luz solar

La luz es una parte de las radiaciones que proceden del sol. El resto de las radiaciones es invisible, pero influye en el clima (por ejemplo, las que nos brindan calor).

No toda la luz del sol llega a la superficie de la Tierra. Parte es reflejada por las nubes (alrededor del 60%). Por esta razón, los días nublados son más oscuros que los soleados. Otra parte es dispersada y absorbida por las partículas de polvo presentes en las capas inferiores de la atmósfera. La cantidad de radiación solar que recibe el suelo se llama insolación.

La luz es indispensable para que las plantas verdes realicen la fotosíntesis.

El rocío

El aire contiene siempre un porcentaje de humedad. Hay un cantidad máxima de vapor de agua que el aire puede retener a determinada temperatura (el aire caliente retiene más que el frío). Durante la noche, cuando la capa de aire cercana al suelo se enfría, el vapor de agua se condensa en el aire. Forma diminutas gotitas que se depositan sobre las hojas de hierba o sobre otras superficies frías. 

El rocío es frecuente en las noches invernales sin vientos ni nubes. Si hay una capa de nubes, éstas reflejan y devuelven parte del calor que se desprende del suelo. Si hay viento, el aire cercano al suelo se calienta al mezclarse con el aire más caliente de encima. En ambos casos, la temperatura del suelo desciende más despacio y no se forma el rocío. Normalmente, el rocío se evapora cuando el sol sale y comienza a calentar.

Si la temperatura del suelo es inferior a 0ºC, el vapor de agua se condensa en forma de cristales de hielo, y se produce la escarcha. Esta puede perjudicar a los cultivos, especialmente a las huertas y frutales.

Las nubes

Las nubes se forman cuando el aire húmedo se eleva y enfría. El vapor de agua se condensa en pequeñas gotitas de agua o en cristales de hielo.

Este proceso se origina cuando una zona cálida y húmeda de la superficie terrestre calienta el aire y crea una gran burbuja de aire cálido. Esta burbuja, menos densa en comparación al aire frío que la cubre, se eleva como un globo. A medida que asciende, el aire se expande y se enfría. A continuación, el vapor de agua que contiene se condensa y se forman gotitas de agua o cristales de hielo. 

Cuando la burbuja de aire es demasiado densa y pesada para seguir ascendiendo a mayor altura, permanece en el cielo formando una nube.

La lluvia

Si las diminutas gotitas que flotan en el aire formando las nubes comienzan a unirse y se hacen lo suficientemente pesadas, caen en forma de lluvia. Cuando más espesas son las nubes, más crecen las gotas y más rápido caen.

La lluvia es imprescindible para la vegetación. Los seres humanos la utilizamos para los cultivos, el consumo doméstico y las industrias. 

Como la demanda de agua aumenta con el crecimiento de la población, en muchos países en los que las lluvias son estacionales se han construido embalses para conservar el agua de los ríos. 

Sequía y aridez son dos situaciones distintas. La sequía es una situación transitoria. Ocurre cuando faltan, durante una larga temporada, las lluvias que son habituales en una región. La sequía causa un desequilibrio en el ecosistema. Afecta al suelo, plantas, animales y seres humanos.

Aridez es una característica permanente del clima. Se produce cuando la escasez de lluvias limita el desarrollo de la vegetación.

El viento

Es un elemento muy importante para determinar el clima. Arrastra las nubes, seca la humedad de una zona y la acumula en otra, provoca tormentas y huracanes, contribuye a la evaporación en mares y lagos.

La atmósfera es caliente en los trópicos y fría en las regiones polares. El aire al calentarse pierde densidad y se eleva. El espacio que dejan las masas cálidas que ascienden es ocupado por otras más densas y frías.

De esta manera, por la diferencia de temperatura entre los trópicos y los polos, se crea la circulación de los vientos. 

La geografía de cada región cambia las características locales de los vientos, creando variaciones que influyen en el clima y en los ecosistemas.

En las zonas costeras la tierra se calienta durante el día, originando vientos que soplan hacia el mar, más frío. De noche, la tierra se enfría con más rapidez, y los vientos invierten su dirección.

En las zonas de montaña, la dirección de los vientos locales puede cambiar durante el día y la noche. El calentamiento de las laderas por el sol origina vientos que ascienden y a veces provocan tormentas de truenos. El enfriamiento que se produce durante la noche produce vientos que descienden hacia el valle y ocasionan bolsones de frío que pueden perjudicar a los cultivos.

En el océano Pacífico se forman nubes cargadas de humedad, que los vientos arrastran hacia el continente. Al llegar a la cordillera de los Andes, las nubes ascienden bruscamente, se condensan y llueve en la vertiente occidental. Cuando los vientos llegan al altiplano ya no transportan nubes, son vientos secos y fríos.

El viento influye sobre los seres vivos no sólo al determinar variaciones del clima, sino directamente, a través de una acción mecánica. Ayuda a los desplazamientos de las aves y dispersa las semillas contribuyendo a la propagación de muchas especies vegetales. 

Pero el viento también puede actuar negativamente, al erosionar el suelo destruyendo la vida vegetal y animal y al aumentar el gasto de agua de las plantas. Para evitar que sus efectos negativos provoquen la reducción de las cosechas, conviene plantar cortinas rompevientos y setos vivos.

La vida vegetal y animal en los distintos climas

La sierra y el altiplano

La disminución de la temperatura a medida que aumenta la altura es la característica principal del clima de montaña. Esta disminución es de aproximadamente 6,5ºC cada mil metros de diferencia de altitud.

Cuando ascendemos por la montaña, el aire se hace menos denso y al respirar aprovechamos menos el oxígeno. Por dicha razón, necesitamos un período de adaptación para acostumbrarnos a altitudes superiores a los 2.500 metros.
Los vientos y la intensidad de la luz solar son más fuertes con la altura. En el hemisferio sur, las laderas orientadas hacia el norte son más cálidas porque reciben mejor la luz solar. La distribución de las lluvias también cambia con la orientación de la ladera. Cuando se encuentran con un cerro, los vientos húmedos ascienden, se enfrían y descargan la lluvia. Por eso llueve más en las laderas orientadas en dirección a los vientos húmedos. Si la pendiente está cubierta de vegetación, especialmente de árboles, sus copas forman una red que favorece la condensación del agua transportada. Luego el viento continua, pero ha perdido su humedad.

Las diferencias de luz y lluvia que reciben ambas laderas repercuten en la vegetación y en las posibilidades de vida humana.

En las zonas altas, las precipitaciones caen en forma de nieve, que se acumula en los picos. Al llegar el verano, esa nieve se disuelve dando origen a torrentes y arroyos.
La tierra aprovechable para la agricultura y ganadería está limitada por las bajas temperaturas de las alturas y por la inclinación de la pendiente. Las tierras con pendiente acentuada y sin protección vegetal se erosionan con rapidez. Por dicha razón, es imprescindible proteger los bosques que crecen en ellas. Si el bosque se ha perdido, conviene plantar árboles nuevamente, intercalando especies nativas.

Durante el verano, los campesinos de algunas regiones trasladan el ganado hacia las zonas altas. Allí crecen los pastos favorecidos por el aumento de la temperatura y la humedad del deshielo. 

Las altas montañas son barreras para el desplazamiento de seres humanos y animales. Este efecto puede aislar a las poblaciones y obstaculizar el intercambio.
Los trópicos.

Reciben la máxima insolación (cantidad de radiación solar en forma de luz y calor). A medida que el sol se eleva, las temperaturas ascienden con rapidez y se despeja la neblina. Con el calor, la humedad del suelo se evapora y forma nubes. Al final de la tarde, estas nubes darán lugar a lluvias torrenciales, a menudo con truenos.

El calor y la abundante lluvia permiten el crecimiento del bosque tropical, cuya forma más compacta es la selva de la cuenca amazónica. La vegetación está bien adaptada a las condiciones húmedas. Para aumentar su transpiración, las hojas de las plantas tienen numerosos poros y se inclinan para que gotee el exceso de agua.

Los efectos de la tala de bosques tropicales sobre el clima son especialmente perjudiciales. La deforestación reduce la materia orgánica del suelo, disminuyendo así la fertilidad y la capacidad de retener la lluvia. Disminuye también el vapor de agua presente en la atmósfera, producido por la transpiración de las plantas.

Las zonas templadas

El clima de las zonas templadas se caracteriza por las variaciones de temperatura que se suceden a lo largo de las cuatro estaciones del año. El invierno produce un período de letargo en el crecimiento de la mayoría de las plantas. Los árboles de hojas caducas pierden sus hojas, como los fresnos, olmos, alisos, capulíes y nogales. En las zonas más frías o cuando el suelo es más pobre, el bosque es de pinos u otras coníferas.
Aunque las regiones templadas forman sólo el 7% de la superficie terrestre, están ocupadas por el 40% de la población mundial. Para permitir su subsistencia, muchos bosques fueron talados para utilizar su suelo en la agricultura o para ocuparlo con ciudades e industrias.


Las zonas monzónicas 

En estas zonas predomina el tiempo cálido. Tienen dos estaciones muy diferenciadas: la estación seca y la de lluvias abundantes.

Los llanos y campos de Sudamérica son tierras tropicales con clima monzónico. Durante la estación seca, los cielos están despejados y la temperatura máxima no supera los 32º. Esta temperatura sube antes de las lluvias de verano. 

La vegetación natural tiene pastos abundantes que se multiplican en la estación lluviosa. Los árboles poseen grandes raíces, almacenan agua en los troncos y algunos pierden sus hojas en época seca.

Las praderas

Las grandes praderas son tierras llanas que están en el interior de los continentes, donde las lluvias son escasas para el desarrollo de los bosques. Son regiones de grandes cambios de temperatura entre el día y la noche y entre el verano y el invierno.

Estas tierras se dedican a la ganadería y al cultivo de cereales como el trigo, usando maquinaria agrícola moderna.

Las características del suelo y el clima son muy favorables. Las lluvias son ligeras y en formas de chaparrones en la primavera y comienzo del verano, época de siembra. Al final del verano el tiempo es seco y soleado, permitiendo la maduración de las espigas y la cosecha. Los suelos son fértiles, ricos en humus y los terrenos llanos con vegetación de poca altura.

Los desiertos

Los desiertos tienen climas muy secos. Las plantas y animales que viven en ellos han debido adaptarse para sobrevivir.

Las altas temperaturas y su amplia variación entre el día y la noche son causadas por la falta de humedad y nubes. Durante el día, la temperatura sube por la insolación constante. El calor se pierde bruscamente durante la noche.

La vegetación es pobre, no sólo por la falta de agua, sino por la sales presentes en el suelo. La mayoría son plantas anuales de vida corta. Sus semillas sobreviven durante los períodos más secos y germinan cuando caen las escasas lluvias. Florecen con rapidez y se marchitan dispersando las semillas.

Abundan distintos tipos de cactos, que tienen largas raíces y pueden almacenar agua. Sus hojas se han transformado en espinas para evitar la evaporación y defenderse de los animales.

Los animales del desierto aprovechan la humedad que contiene los vegetales que comen. Además, tienen procesos metabólicos y hábitos que les permiten reducir la pérdida de agua. Permanecen en sus madrigueras durante el día y salen a buscar comida por la noche.

Microclimas

Los bosques tienen una valiosa actividad moderadora sobre el clima. Durante el día, la mayor parte de la radiación solar es absorbida por las altas copas. La sombra del follaje disminuye la temperatura dentro del bosque: en un día cálido de verano la diferencia de temperatura puede ser de más de 5ºC. La humedad es mayor en el suelo porque la lluvia se infiltra lentamente debido a la materia orgánica acumulada.

Otro microclima característico es el de las grandes ciudades. En ellas aumenta la temperatura y disminuye la visibilidad y el viento. La contaminación del aire tiene efectos negativos para la salud humana y de plantas y animales.

Tipos de climas  

Los autores clásicos dividieron la Tierra en tres grandes zonas climáticas que se correspondían con los climas frío, templado y tórrido. En general, se considera la isoterma de los 10 ºC para el mes más cálido, que coincide aproximadamente con el límite de la tundra y el bosque de coníferas, como valor para distinguir los climas templados de los fríos; por otro lado, la separación entre los climas tórridos o tropicales de los templados se establece en la isoterma de los 18 ºC para el mes más frío. Sin embargo, dentro de cada una de estas zonas cabe distinguir diferentes tipos y subtipos en función de factores tales como la temperatura y la precipitación. Otros elementos que contribuyen a explicar el clima de una región pueden ser la presión atmosférica, los vientos, la humedad, la latitud, la altitud, el relieve, la proximidad de los mares, las corrientes oceánicas y la influencia de la naturaleza del suelo y la vegetación.

Muchos climatólogos han establecido sus propias clasificaciones climáticas, entre las que cabe destacar la de Köppen, una clasificación empírica dada a conocer por primera vez en 1918 y sometida posteriormente a varias revisiones. Köppen y su colaborador Geiger definieron seis grandes grupos de climas, asociados a la vegetación, a los que designaron mediante letras mayúsculas: A (tropical), B (subtropical), C (templado), D (frío), E (polar) y H (montaña). Estos grupos se subdividían a su vez en función del régimen pluviométrico y de las temperaturas, también señalados mediante letras, en este caso minúsculas, que unidas a las anteriores especificaban la variedad climática de un espacio determinado dentro de cada categoría principal. Así, por ejemplo, un clima tipo Csa indica que se trata de un clima templado con veranos secos y calurosos e inviernos húmedos y suaves, es decir, lo que se conoce como un clima mediterráneo.

A continuación, se exponen los principales tipos de clima del planeta considerando los valores, siempre aproximados, de la temperatura y las precipitaciones.

Clima ecuatorial  
Es característico de las regiones de latitudes bajas, localizadas fundamentalmente entre los 10º N y 10º S. La temperatura y la humedad son altas y constantes a lo largo del año. La temperatura media del mes más frío supera los 18 ºC, y la temperatura media anual se sitúa por encima de los 25 ºC. Las precipitaciones anuales sobrepasan los 1.500 mm e incluso, en algunas áreas, los 3.000 milímetros. La duración del día y de la noche es muy similar.

Clima tropical  
Es propio de las regiones tropicales. Las temperaturas medias mensuales son elevadas y bastante uniformes a lo largo del año, siendo la media anual superior a los 20 ºC. El régimen térmico varía entre 3º y 10º, mayor en el interior y menor en las áreas costeras. Las precipitaciones oscilan entre los 400 y los 1.000 mm anuales, aunque la variedad de clima monzónico alcanza valores muy superiores. Alternan las estaciones secas y lluviosas. En función de la distribución estacional de las precipitaciones y de la cantidad se distinguen las variedades siguientes: sudanés (precipitaciones entre 750 y 1.100 mm y tres estaciones, una seca y fresca, otra seca y calurosa, y otra lluviosa), subecuatorial (dos estaciones lluviosas y dos secas), saheliense (precipitaciones entre 400 y 750 mm, con una larga estación seca) y monzónico (estación lluviosa de gran intensidad que alterna con otra seca).

Clima desértico
Propio de las áreas desérticas, se caracteriza por altas temperaturas y escasez de precipitaciones. Se distinguen dos importantes variantes: el clima desértico cálido, con una temperatura media anual en torno a los 20 ºC, una fuerte oscilación térmica (puede alcanzar los 20º) y precipitaciones inferiores a los 200 mm, y el clima desértico costero, que presenta una temperatura media anual inferior a los 20 ºC, menor oscilación térmica (en general por debajo de los 10º) y precipitaciones insignificantes, por debajo de los 100 mm anuales. Además de estos desiertos propios de la zona cálida o tropical, existen otros tipos en la zona templada resultado de la degradación de los climas propios de sus latitudes. Aquí cabría hablar de los desiertos continentales, donde el elemento condicionante del régimen termo pluviométrico, además de las altas presiones, es la continentalidad, que acentúa la sequía y la oscilación térmica diaria.

Clima templado
Bajo este epígrafe se aúnan una gran variedad de climas que tienen en común el hecho de contar con unas temperaturas estivales más elevadas que en invierno. Los climas templados se clasifican en:

Clima mediterráneo
Este tipo de clima se da particularmente en los países ribereños del mar Mediterráneo, de ahí su denominación, aunque se han establecido varios subtipos en relación con la distancia a las masas oceánicas. También se da en la costa meridional de Australia, en el suroeste de la República de Sudáfrica, en California y en las estrechas áreas costeras de Chile central, donde los Andes actúan como barrera climática. En sentido amplio, define el clima de las regiones costeras occidentales de los continentes comprendidas dentro de la zona de las latitudes medias de la Tierra (entre los 30º y los 45º, aproximadamente). Se caracteriza por veranos cálidos, secos y soleados, e inviernos suaves y húmedos. Las temperaturas medias anuales varían entre los 12 ºC y los 18 ºC, y la oscilación térmica anual está comprendida entre los 10º y los 15º por lo general. El promedio de precipitaciones se sitúa entre los 400 y los 700 mm, concentradas en el invierno, ya que durante el verano el clima está sujeto a la presencia de anticiclones subtropicales, y en el invierno, a las depresiones de la atmósfera.

Clima chino
Este clima presenta una temperatura media ligeramente superior a la del mediterráneo, lo mismo que la oscilación térmica anual, que supera los 15º. El promedio de precipitaciones sobrepasa los 1.000 mm, concentradas en el periodo estival, que contrasta con la sequedad del invierno.

Clima oceánico
Es el clima característico de las regiones comprendidas dentro de la zona de latitudes medias de la Tierra sujetas a la influencia oceánica. La proximidad del mar determina una amplitud térmica anual en general pequeña y unas precipitaciones importantes (1.000-2.000 mm) y bien distribuidas a lo largo del año, aunque el máximo se sitúa en la estación invernal. La temperatura media depende de la latitud, aunque se puede establecer en torno a los 10 ºC; los inviernos presentan unas temperaturas moderadas y en verano son frescas.

Clima continental
Este clima es propio de las regiones del interior de los continentes. Se caracteriza por una relativa escasez de precipitaciones, sobre todo en invierno, debido a la distancia que las separa de las áreas de influencia marítima, y por una notable amplitud térmica estacional (que puede alcanzar hasta los 60º), con unas temperaturas estivales bastante altas que contrastan fuertemente con los inviernos fríos. La temperatura media anual es inferior a los 10 ºC. Las precipitaciones oscilan entre los 300 y los 700 mm de promedio, que se producen principalmente en verano. Se pueden distinguir varios tipos: el siberiano (el más extremado, con una temperatura media inferior a los 0 ºC, una oscilación térmica que puede alcanzar los 60º y precipitaciones inferiores a los 200 mm anuales concentradas en el periodo estival); el manchuriano (con un temperatura media inferior a los 10 ºC, oscilación térmica en torno a los 40º y precipitaciones, concentradas en el periodo estival, que superan los 500 mm); y el ucraniano (con unas características térmicas similares al anterior, aunque la temperatura media es ligeramente más baja y la amplitud un poco superior, y unas precipitaciones comprendidas entre los 300 y los 400 mm anuales).

Clima polar
Clima propio de aquellas regiones que presentan una temperatura media mensual y anual por debajo de los 0 ºC, amplitudes térmicas superiores a los 30º y precipitaciones insignificantes que se producen en forma de nieve. En estas regiones, cubiertas por la nieve durante la mayor parte del año, el tipo de suelo característico es el permafrost.

Clima de alta montaña
En las montañas la temperatura disminuye con la altitud, mientras que aumentan las precipitaciones, al menos hasta un cierto nivel altimétrico. La montaña, en este sentido, altera las características de la zona climática en la que se sitúa. Por este motivo, no se pueden establecer unos rasgos con validez universal que lo definan, aunque sus variedades climáticas son fácilmente reconocibles, como el clima alpino. Presenta unas temperaturas invernales negativas y unas estivales positivas, aunque la temperatura media anual se establece en torno a los 0 ºC; la oscilación térmica es inferior a los 20º y las precipitaciones, más abundantes en verano que en invierno, superan los 1.000 mm anuales. Este clima de alta montaña es el que predomina en la cordillera andina.

Por último, como se mencionó con anterioridad, tienen lugar cambios microclimáticos causados por la acción antrópica. Así, por ejemplo, en las ciudades se forman las denominadas "islas de calor"; cuando este espacio se encuentra bajo una situación anticiclónica cálida, durante la noche la temperatura es más alta en relación con el medio ambiente circundante. También la contaminación atmosférica de los núcleos urbanos provoca un aumento de la nubosidad media, modifica el régimen de lluvias, altera la circulación de los vientos y disminuye la radiación solar y la transparencia del aire.

Las precipitaciones

En climatología es de sumo interés el estudio de la humedad ya que debida a ella se realizan las precipitaciones que tienen consecuencias biológicas.
De todos los fenómenos meteorológicos la lluvia es la de mayor importancia para la superficie terrestre y la vida del hombre. De la cantidad y el régimen de precipitaciones dependen la descomposición de las rocas, la formación de suelos, la erosión, etc.
El agua contenida en el aire se renueva de forma permanente ya que siempre tiene que conservar un grado de humedad.

El aire puede absorber mayor cantidad de vapor de agua cuando mayor sea su temperatura, la evaporación del agua contenida en el mar, en los lagos o ríos formando las lluvias.

Las precipitaciones sólidas, nieve o granizo s producen cuando la masa del aire es inferior a cero grados.

Las precipitaciones se pueden producir por convección, cuando una masa de aire cálido se enfría al elevarse formando una masa nubosa que al saturarse de humedad origina lluvia.

El Clima En Venezuela

Por su posición latitudinal (1o a 12o N), al norte de Sudamérica, Venezuela está bajo la influencia de la hondonada intertropical de bajas presiones ecuatoriales, donde convergen los vientos alisios del noreste y del sureste. Como consecuencia de la circulación general de la atmósfera, de diciembre hasta abril la mayor parte del país está afectada por la zona del alisio del noreste, donde se produce subsidencia de las masas de aire, que origina fuertes inversiones de temperatura a alturas de 1500 a 2000 msnm.  Por encima de esa altura, el aire carece por completo de humedad, por lo que el proceso convectivo de formación de nubes se ve muy limitado, produciendo así la temporada seca en Venezuela. La región norte del país se ve afectada con relativa frecuencia por perturbaciones de origen extratropical, especialmente frentes fríos, entre enero y abril, que provocan precipitaciones dentro de la temporada seca.

Desde mediados de abril hasta noviembre, debido al desplazamiento gradual del sistema de presiones hacia al norte, el país está casi en su totalidad bajo la influencia de la zona de convergencia intratropical, franja de muy intensa actividad covectiva (formación de nubes), que determina la temporada lluviosa sobre Venezuela. La zona sur del país, entre los paralelos 1o y 4o N, aproximadamente, está siempre bajo la influencia de la convergencia intertropical, por lo que nunca se presenta un período seco.
En el país se presentan muy diferentes situaciones climáticas; la precipitación varía de menos de 400 mm anuales en parte de la franja costera a más de 4000 mm anuales en el sur del país, y las temperaturas medias diarias oscilan de más de 28oC a menos de 0oC en los páramos andinos. Según la clasificación de Koeppen, en Venezuela existen estos tipos climáticos:

  • Tropical Desértico (árido), ubicación hacia la franja costera de Falcón y de Sucre, en el golfo de Cariaco, en las islas de Coche y Cubagua, y en la zona de Restinga, de la isla de Margarita.
  • Tropical Estepario (semiárido), ubicado hacia la parte norte de los estados Zulia y Falcón, la depresión Lara-Falcón, la zona costera central, las zonas costeras de la depresión de Unare y parte del estado Sucre, hacia el golfo de Cariaco, y gran parte de la isla de Margarita.
  • Tropical de Sabana, ubicado en toda la zona de los llanos, en los pie de montes de las serranías de la Costa y de los Andes, en gran parte de los estados Zulia y Lara, en todo el norte del estado Bolívar, incluyendo la zona de la Gran Sabana, en parte de la costa de los estados Falcón y Yaracuy, y en parte de la costa hacia el golfo de Paria.
  • Tropical Monzónico, ubicado como una franja transicional entre los climas tropical de sabana y tropical de selva, hacia el piedemonte de Perijá, al sur y parte de la costa oriental y suroriental del lago de Maracaibo, en parte de las costas del estado Sucre y el piedemonte de turimiquire, en parte de los estados Delta Amacuro, Bolívar y Amazonas, en el piedemonte de las serranías de San Luis (estado Falcón) y de la costa (estados Yaracuy, Carabobo, Aragua y Miranda).
  • Tropical de Selva, ubicado hacia las sierras de Perijá y San Luis, el sur del lago de Maracaibo, Barlovento, en la parte oriental de los estados Delta Amacuro y Bolívar, en la parte sur del estado Bolívar y en todo el estado Amazonas.
  • Templado de altura siempre lluvioso, ubicado hacia las zonas más elevadas de los estados Bolívar y Amazonas, en las partes más altas de las serranías de turimiquire y de Perijá, en ambas vertientes de la cordillera de los andes y en la zona de El Nula, estado Táchira.
  • Templado de altura, ubicado en gran parte de la cordillera de los Andes.
  • Páramo de altura, ubicado en las zonas localizadas a más de 3000 msnm en la cordillera de los Andes.
  • Glacial de altura, ubicado en los picos nevados de la cordillera de los Andes.

Además de estas diferencias en los climas del país, dentro de cada gran región climática se presentan diferencias espaciales y temporales en el comportamiento de los parámetros climáticos.

Así, por ejemplo, en los llanos, a pesar de formar parte de la zona con clima tropical de sabana, y de su gran uniformidad fisiográfica, existe un gradiente general este-oeste de precipitación, que va de un inicio de la temporada lluviosa en junio, con una duración de 5 meses y 900 mm anuales en los llanos orientales, hasta un inicio de la temporada lluviosa en abril, con una duración de 9 meses y 1800 mm anuales en los llanos altos occidentales. Esta variabilidad espacio-temporal es aún mayor en las zonas montañosas.

En general, los meses más fríos del años son diciembre y enero, y los más cálidos marzo y abril, excepto en la zona de los llanos, donde a menudo los meses más fríos son julio a septiembre, por efecto de las elevadas precipitaciones.

Las temperaturas medias son, en general, elevadas, variando entre 23oC y 29oC; el principal factor modificador de la temperatura es la altitud. En las zonas montañosas del país se presentan muy fuertes gradientes de temperatura, como se observa en el caso de las estaciones El Vigía (130 msnm) y Mucubají (3560 msnm), donde las temperaturas del mes más frío varían de 26.3oC a 5.4oC, en una distancia horizontal menor de 100 Km
La amplitud térmica anual (diferencia entre el mes más frío y el más cálido) es muy baja, en general menor 5oC, por lo que el clima del país puede calificarse de isotermo. La amplitud térmica diaria o termoperíodo (diferencia entre las temperaturas máximas y mínima medias) está por el orden de 9oC a 12oC, excepto en las zonas costeras, donde disminuye a unos 6oC.

En Venezuela, las direcciones prevalecientes del viento (es decir, desde donde sopla), son la Norte (N), Nornoroeste (NNE) y Noreste (EN). En las zonas costeras, la dirección prevaleciente es la Este franco (E), excepto cuando algún accidente de la costa modifica la entrada, como en Barcelona. En las zonas montañosas el patrón planetario del alisio está profundamente modificado, y la dirección prevaleciente del viento depende de la topografía, como se observa en el caso de Mérida. Estas direcciones prevalecientes , y así, en la temporada lluviosa, aumenta la frecuencia de vientos con componente sur, especialmente del Sur-Oeste.

La velocidad media del viento (correspondiente a la dirección prevaleciente) varía, en la zona costera, de unos 2.5 m/s al este a unos 5 m/s al oeste; en el centro del país, las velocidades son del orden de unos 3 m/s en promedio.

El clima de cada región depende de una serie de factores:

La latitud: las tierras cercanas al ecuador son calientes porque reciben más directamente las radiaciones del sol. Algunas son húmedas, porque las atraviesan vientos cálidos y húmedos que traen lluvias. Otras tienen un clima desértico: en ellas se originan vientos calientes y secos.

La orientación de la ladera: cuando los vientos húmedos chocan con un cerro, se elevan y enfrían. Al enfriarse, el vapor de agua se condensa y llueve sobre la ladera frontal. Luego el viento continúa, pero ya ha perdido su humedad y no transporta nubes. La ladera opuesta será seca.

La cercanía del mar, las corrientes marinas: las grandes masas de agua absorben, retienen y liberan lentamente su humedad. De esta manera ejercen un efecto moderador sobre las oscilaciones de temperatura. Las corrientes marinas frías o calientes cercanas a las costas, también ejercen efecto sobre la temperatura y humedad.

La vegetación proporciona sombra al suelo, disminuyendo la pérdida de humedad y los bruscos cambios de temperatura. La transpiración de las hojas evapora lentamente el agua que captan las raíces.

El clima es un factor determinante en la formación del suelo: cambios de temperatura, lluvias y vientos contribuyen al desgaste de la roca madre. Igualmente, influyen en la existencia de las plantas, que sujetan el suelo y le aportan materia orgánica.
El agua y el viento son los principales agentes climáticos que causan la erosión del suelo.
El agua produce escorrentías, especialmente en las zonas en pendiente no protegidas por la vegetación o las barreras de piedra. Estas escorrentías arrastran las partículas de suelo y forman cárcavas. La tierra arrastrada se sedimenta en las zonas bajas, provocando inundaciones.

El viento también contribuye a la erosión de los suelos desnudos. Las partículas arrastradas pueden depositarse sobre los cultivos, perjudicándolos. A veces forman tormentas de polvo que son perjudiciales para la salud.

La zona de convergencia intertropical (ZCIT o ZCI) es la región del globo terrestre donde convergen los vientos alisios del hemisferio norte con los del hemisferio sur. A esta región también se la conoce como frente intertropical o zona de convergencia ecuatorial, en inglés se conoce por el acrónimo ITCZ (Intertropical Convergence Zone). Se caracteriza por ser un ancho cinturón de baja presión constituido por corrientes de aire ascendente, donde convergen grandes masas de aire cálido y húmedo provenientes del norte y del sur de la zona intertropical.

4. LAS PRECIPITACIONES OCURRIDAS EN 1999

Las precipitaciones registradas en la estación meteorológica del aeropuerto de Maiquetía, presentaron un promedio anual de 510 milímetros durante los últimos cuarenta años. En el año 1999 se multiplicaron de manera significativa alcanzando 1910mm. Adicionalmente, debe señalarse que las lluvias acumuladas hasta el mes de octubre, presentaban una proyección anual del orden de unos 500mm. Pero hacia finales de año se produjeron importantes incrementos en relación con la referencia promedio.

El mes de noviembre y especialmente en diciembre se produjeron precipitaciones significativas: 15 días de lluvias torrenciales continuas desde finales de noviembre, hasta alcanzar 911mm en 3 días. Durante un periodo muy corto tuvimos lluvias de gran magnitud y en particular, el día 15 de diciembre en la noche llegamos a tener lluvias, que en una hora acumularon más de 72 milímetros . Todo esto generó una perspectiva catastrófica para el Estado Vargas.

La noche del 15 al 16 de diciembre de 1999, las lluvias originaron la transformación de pequeños riachuelos de verano en ríos inmensos que bajaron de las montañas. El efecto de pendientes mayores a 30º, una vez saturados los suelos por la acumulación de las precipitaciones, generaron numerosos movimientos de masa y progresivamente produjeron erosión, desprendimiento de la capa vegetal, arrastre de sedimentos y formación de flujos de lodo, materiales vegetales y troncos en un flujo que fue aumentando en densidad por la mezcla con material fino, hasta ser capaz de levantar rocas de gran magnitud, desplazándolas grandes distancias. Los flujos fueron de densidades y características muy variadas, desde flujos de agua, de ocurrencia anual, hasta flujos hiperconcentrados y de detritos (Grases et al, 2000, Urbani, et al, 2000). Este proceso destruyó edificaciones y todo tipo de infraestructura, produjo pérdida de la capa vegetal en zonas montañosas, alteró historias locales, cambió la geografía, desapareció playas y modificó el frente costero y produjo severos daños en asentamientos urbanos, generó muerte y desolación en el Estado Vargas y un profundo pesar en el pueblo venezolano, ensombreciendo la celebración de la navidad del  año 1999 y la llegada del nuevo milenio.

Se analizó el fenómeno ocurrido en 1999, y al compararlo con el ocurrido en 1951, en el, cual también se produjeron fuertes lluvias y arrastre de sedimentos, se determinó que el fenómeno de 1999 tuvo un mayor poder destructivo (Urbani et al, 2000). Otros especialistas indican que “el evento fue de carácter extraordinario y único a escala mundial, en lo que se refiere a erosión, transporte y deposición de materiales por procesos fluviales. Los aludes torrenciales modificaron significativamente la línea de costa del litoral central en una franja de 50km aproximadamente, depositando un estimado de 20 millones de metros cúbicos en los conos de deyección de las quebradas”,  “una estimación del período de retorno para las lluvias máximas de 24 horas lo ubica en el orden de 500 años”.  (López el al. 2000). Esto demuestra el enorme potencial de daño del evento ocurrido y evidencia el significativo daño generado.

La actividad humana sobre el planeta Tierra ha provocado y sigue provocando cambios en el medio ambiente. En la actualidad, uno de los más preocupantes es el cambio climático. Según la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, éste queda definido del siguiente modo:

”Por cambio climático se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables.

A partir de finales del siglo XVII en que el hombre empezó a utilizar combustibles fósiles, la combustión de petróleo, carbón y gas natural ha provocado la acumulación de dióxido de carbono. Este gas, junto con otros como el metano y los óxidos de nitrógeno, ejerce una gran influencia sobre el clima de la Tierra, provocando un aumento de la temperatura de la superficie terrestre.

La causa de este cambio climático, también conocido como calentamiento global, es el denominado efecto invernadero, y los gases que lo provocan son los llamados gases de invernadero.

Para comprender este efecto hay que tener en cuenta que:

  • Alrededor del 30% de la energía que el Sol envía a la Tierra es reflejada por las nubes y por la superficie terrestre.
  • El 70 % restante es absorbida.
  • La Tierra no absorbe toda la energía sino que refleja parte de ella en forma de radiaciones. Parte de la radiación infrarroja es retenida por los gases que producen el efecto invernadero y vuelve a la superficie terrestre. El resultado es que la superficie de nuestro planeta se calienta.

Este efecto natural mantiene la Tierra lo suficientemente caliente como para hacer posible la vida sobre el planeta, sin grandes fluctuaciones climáticas. Se considera que sin el efecto invernadero producido por el dióxido de carbono natural la temperatura de la Tierra sería de alrededor de 20ºC bajo cero.

En los últimos 100 años la Tierra ha registrado un aumento de entre 0,4 y 0,8 ºC en su temperatura promedio. Esta pequeña variación en el delicado equilibrio térmico puede llegar a tener importantes consecuencias:

  • Grandes cambios en el clima a nivel mundial, haciéndolo cada vez más impredecible, con alteraciones en las temperaturas  y en las lluvias.
  • Disminución de la producción agraria.
  • Incremento en la desertificación.
  • Descongelación de los casquetes polares y elevación del nivel del mar, causando inundaciones en las zonas costeras y continentales.

El temor a estas consecuencias ha motivado la adopción de políticas destinadas a paliar los efectos del cambio climático, y sobre todo a disminuir la producción por parte de los países industrializados de los gases de invernadero.

Entre estas iniciativas cabe destacar el Protocolo de Kyoto, firmado en 1997 en elámbito de las Naciones Unidas, que contiene el compromiso asumido por la mayoría de los países industrializados de reducir las emisiones de algunos gases de efecto invernadero en una media de un 5% con respecto al nivel de 1990, dentro del periodo que va desde el año 2008 al 2012.

Los países participantes en la cumbre climática del 2011 de Durban en Sudáfrica, adoptaron un compromiso para negociar un nuevo tratado del clima a largo plazo y aprobaron una extensión del Protocolo de Kyoto que limita las emisiones de dióxido de carbono.

La nueva hoja de ruta para un acuerdo global propone elaborar hasta el 2015 un acuerdo vinculante del clima para limitar el calentamiento del planeta en más de dos grados, tanto entre países desarrollados como emergentes. Ello implicará que Estados Unidos, China e India,  países con grandes emisiones de CO2, adopten también un mayor compromiso.
Sin embargo este acuerdo entraría en vigencia en el 2020. Para evitar que exista un vacío legal, los negociadores acordaron extender la vigencia de Protocolo de Kyoto que vence el 31 de diciembre del 2012, para un segundo período a partir del 1 de enero del 2013, a fin de evitar un vacío legal, teniendo en cuenta que se trata del único instrumento internacional y legalmente vinculante para reducir las emisiones de CO2. 


Actividad 8

¿Cuándo empezó el problema del aumento del dióxido de carbono en la atmósfera?
¿Qué es el cambio climático?
¿Cuál es la causa del cambio climático?
Cita varios gases de efecto invernadero.
¿Qué sustancias han provocado la acumulación de dióxido de carbono?
¿Es malo el efecto invernadero? ¿Por qué?
¿Qué es el Protocolo de Kyoto?
¿Cuál es su vigencia?
Di varias consecuencias del aumento del efecto invernadero.
¿Que países emiten más dióxido de carbono?
¿Qué ocurrió en Durban? ¿Qué finalidad tenía?


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