ESTRATEGIAS DIDACTICAS

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miércoles, 21 de febrero de 2018

GUÍA DE ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS



El presente es una guía de estrategias didácticas para estudiantes y docentes del siglo XXI





















Lluvia de ideas o torbellino de ideas


También conocida como brainstorming o tormenta de ideas, es una herramienta aplicada al trabajo en equipo, cuyo objetivo es facilitar la obtención de ideas originales en función de un tema determinado, mediante la exposición libre de los conceptos o propuestas de cada uno de los integrantes.
Se utiliza cuando existe la necesidad de dar rienda suelta a la creatividad de un equipo de trabajo, producir una gran cantidad de ideas, lograr una mayor integración de los miembros del equipo en el proceso de trabajo, y captar posibles oportunidades de mejora.
Existen diversas técnicas para dar pie a una lluvia de ideas pero, por lo general, el resultado debe apuntar a la cantidad más que a la calidad, es decir, se busca obtener todas las ideas posibles sin mayores expectativas en cuanto a la eficacia de las mismas. Para ello, se debe plantear el tema a desarrollar y brindar un espacio de tiempo limitado para que cada miembro del equipo pueda escribir sus ideas en torno a dicho tema.
Cada persona debe brindar al menos una propuesta por sesión, y su evaluación posterior será lo que determine la validez de dichas ideas en términos de calidad.
Algunas de las ventajas que ofrece la aplicación de esta herramienta son:
·         La obtención de una amplia gama de ideas en un menor tiempo.
·         El estímulo de la creatividad de los miembros del equipo de trabajo.
·         La eliminación de bloqueos por parte del equipo frente a un contenido determinado.
·         La obtención de diversas soluciones posibles sobre un mismo problema.
Instrucciones:
1.    El primer paso es hallar un espacio de tiempo para que el equipo pueda reunirse y exponer sus ideas cómodamente y sin interrupciones.
2.    El grupo de trabajo podrá disponerse en un salón de clases o en el sitio de su preferencia, donde deberá haber un ambiente relajado que facilite el flujo de ideas.
3.    El facilitador presenta el tema central de la sesión y estipula un tiempo límite para el desarrollo de las ideas.
4.    Pasado el tiempo, cada integrante expone sus propuestas y el facilitador toma nota de cada una de ellas.
5.    Se establecen los criterios que ayudarán a elegir las mejores ideas y se procede a evaluarlas conforme a los mismos.
6.    Se presenta una lista con las ideas aprobadas y en consenso se procede a elegir la más favorable.
7.    Luego se establece el procedimiento a seguir para ejecutar la propuesta elegida.
Para lograr un proceso de lluvia de ideas efectivo, se debe tomar en cuenta lo siguiente:
·         Evitar hacer críticas o emitir juicios negativos sobre las ideas de los demás, esto puede desanimar a los estudiantes y bloquear su capacidad creativa y de expresión.
·         Expresar todas y cada una de las ideas que se crucen por nuestra mente, no importa si no tienen mucho sentido, pueden servir de inspiración para el desarrollo de nuevas propuestas.
·         Apuntar siempre a la cantidad, mientras más ideas se presenten, mayor será el número de soluciones a elegir para un determinado problema. Para ello es importante alentar la generación de nuevas propuestas a medida que avanza la sesión.
·         Apoyar las propuestas y buscar la manera de mejorarlas. Es importante contribuir al perfeccionamiento de las ideas del grupo mediante la interacción y la emisión de sugerencias.
Sin duda alguna, la lluvia de ideas es una técnica bastante eficaz para potenciar el desempeño de un equipo de trabajo y estimular su integración. Sin embargo, es importante seguir las reglas y dirigir el procedimiento de manera estratégica para garantizar que los resultados sean realmente los esperados, y aquí hemos dejado todo lo que necesitas saber para alcanzar ese objetivo.

   


 

Método 635


El método 635, es mucho más claro y aporta estructura. 6 personas se reúnen y han de escribir 3 ideas en 5 minutos sobre un reto creativo. Transcurrido ese tiempo, cada persona debe pasar su hoja de papel (con las ideas pergeñadas) a la persona que está sentada justamente a su derecha. Al recibir esa hoja, cada persona revisa las ideas de sus compañeros y las aprovecha para desarrollarlas o simplemente para inspirarse en ellas. La cuestión es añadir ideas. El método prosigue hasta que la hoja haya pasado por todas las personas.

Al final, el grupo tendrá 90 ideas (6x3x5) en sólo 25 minutos.

Las ventajas del método 635 son patentes: 

·         Muy fácil de usar.
·         No requiere de un moderador.
·         El potencial innovador del grupo puede utilizarse plenamente (expertos en distintos tipos de conocimientos).
·         Todos los participantes permanecen activos e implicados (lo cual no es necesariamente así en una sesión tradicional de brainstorming)
·         Se evitan las discusiones prematuras (pueden tener un efecto negativo en el grupo). 
·         Cualquier idea útil se desarrolla sistemáticamente después.
·         El autor de la idea puede ser identificado (en ocasiones, esto puede ser un factor motivador)

 

Phillips 66

El nombre Método Phillips 66 deriva de su creador J. Donald Phillips. Del Michigan State College, y del hecho de que 6 personas discuten un tema durante 6 minutos. Es particularmente útil en grupos grandes de más de 20 personas.
Objetivo principal:
Lograr la participación democrática en los grupos muy numerosos. Tal como lo ha expresado su creador: “en vez de una discusión controlada por una minoría que ofrece contribuciones voluntarias mientras el tiempo lo permite, la discusión 66 proporciona tiempo para que participen todos, provee el blanco para la discusión por medio de una pregunta especifica cuidadosamente preparada, y permite una síntesis del pensamiento de cada pequeño grupo para que sea difundida en beneficio de todos”.
Objetivos específicos:
– Permitir y promover la participación activa de todos los miembros de un grupo, por grande que éste sea.
– Obtener las opiniones de todos los miembros en un tiempo muy breve.
– Llegar a la toma de decisiones, obtener información o puntos de vista de gran número de personas acerca de un problema o cuestión.
– Detectar intereses, opiniones, deseos, problemas o sugerencia de un grupo grande de personas en poco tiempo.
– Ampliar la base de comunicación y de participación al interior de un grupo numeroso.
– Implicar a la gente en las responsabilidades grupales.
– Disponer de un sondeo rápido de las opiniones o captar la disposición general prevaleciente en un grupo.
– Reforzar las prácticas democráticas al interior de un grupo.
Además, esta técnica desarrolla la capacidad de síntesis y de concentración; ayuda a superar las inhibiciones para hablar ante otros; estimula el sentido de responsabilidad, dinamiza y distribuye la actividad en grandes grupos.
El “Phillips 66” puede ser aplicada en muy diversas circunstancias y con distintos propósitos, siendo un procedimiento flexible.
Papel del coordinador en procesos de debate:
Para aplicar esta técnica, el componente del grupo que hace de coordinador debe:
– Presentar de manera clara el tema o problema que se ha de considerar.
– Precisar el objetivo a conseguir en grupo
– Clarificar los criterios de agrupación de los miembros.
– Fijar el tiempo destinado a trabajar en grupo.
– Comentar, si es necesario, la conveniencia de escribir los acuerdos y producciones.
– Cuidar que los intercambios dentro de cada pequeño grupo se ciñan al tema que se ha estipulado.
– Asegurar que las intervenciones se lleven a cabo con la intensidad de voz adecuada para evitar interferencias en otros grupos.
– Indicar el término de la discusión
– Poner las condiciones para que los diversos miembros procuren llegar, en lo posible, a posiciones unificadas o complementarias.
En la puesta en común el coordinador debe cuidar de:
– Favorecer la clara, ágil y ordenada aportación de los diversos miembros.
– Asegurar la buena calificación, de entrada, de todas las aportaciones.
– Velar para que estas aportaciones sean consideradas en términos de complementariedad.
– Dejar constancia escrita del material elaborado.
Sugerencias prácticas:
Cuando el grupo no es muy numeroso, pueden formarse subgrupos de 3 o 4 miembros. En cambio no es conveniente formar grupos de más de 6 personas, porque la participación se vería afectada.
Si los miembros no se conocen, la interacción será favorecida con una breve auto – presentación antes de comenzar la tarea del subgrupo.
El facilitador podrá ampliar el tiempo de discusión de los subgrupos si observa que éstos se hallan muy interesados en el tema, o no han llegado al resumen.
Es conveniente que la pregunta o tema en discusión sea escrita en una pizarra y quede a la vista de todos.
En las primeras experiencias se propondrán temas sencillos, formulados con la mayor claridad y precisión.
El facilitador debe actuar con sencillez y naturalidad, estimulando el interés por la actividad. No debe hacer ninguna evaluación de las ideas o respuestas aportadas por los subgrupos; es el grupo quien debe juzgarlas.
En una etapa de mayor experiencia, se pueden asignar distintos temas a cada subgrupo o a varios de ellos.
En lo posible, la pregunta ha de ser de las que exigen respuestas de tipo “sumatorio” (Y no de oposición); ejemplo: mencione causas….; qué consecuencia tiene……; cuántos factores….; qué características…., etc.
No conviene utilizar esta técnica para tratar temas controvertidos en las ocasiones en que se quiere saber la opinión de las personas que integran un grupo grande, aunque a veces puede ser inevitable incluir temas que polarizan a la gente.
El animador del grupo debe moverse entre los subgrupos para estar a disposición de los mismos.
Hay que hacer uso de las conclusiones, ya que de lo contrario se puede producir una frustración entre los participantes.
Dado que los aportes suelen ser superficiales y dispersos, conviene utilizarla para plantear temas muy breves y concretos.



  

 

El cuchicheo

La técnica del Cuchicheo consiste en dividir a un grupo en parejas que tratan en voz baja (para no molestar a los demás) un tema o cuestión de momento. De este modo todo el grupo trabaja simultáneamente sobre un mismo asunto, en grupos mínimos de dos, y en pocos minutos puede obtenerse una opinión compartida sobre una pregunta formulada al conjunto. Esta técnica se asemeja al Phillips 66, podría decirse que es una forma reducida de él, con la diferencia de que en lugar de seis son dos las personas que dialogan y el tiempo se reduce a dos o tres minutos.
Como se realiza:
1.    Cuando sea preciso conocer la opinión del grupo sobre un tema, problema o cuestión prevista o del momento, el facilitador o coordinador del grupo invita a discutir sobre el mismo, en lo posible reduciendo a una pregunta muy concisa, en parejas.
2.    El facilitador explica que cada una de las personas puede dialogar con su compañero más cercano, el que esté a su lado, sin necesidad de levantarse.
3.    El diálogo simultáneo, de dos o tres minutos, se hará en voz baja intercambiando ideas para llegar a una respuesta o proposición que será luego informada al coordinador por uno de los miembros de cada pareja.
4.    De las respuestas u opiniones dadas por todas las parejas se extraerá la conclusión general o se tomarán las decisiones del caso.
Sugerencias Prácticas:
  El diálogo simultáneo puede utilizarse en grupos grandes o pequeños. Cuando el grupo sea numeroso habrá que insistir en la necesidad de hablar en voz baja, para no interferir sobre los demás.
Para evitar que uno de los miembros domine excesivamente el diálogo, debe recomendarse la activa participación de ambos.
Uno de los miembros puede tomar nota de las respuestas u opinión final, para leerla luego cuando el coordinador lo solicite.




 Taller
 Según Vasco, un taller “…es un ambiente educativo en el cual la interacción con el conocimiento es también interactiva e intersubjetiva entre los participantes, de manera que genere procesos individuales en cada uno de los participantes…” y”…hacer un taller es vivir una experiencia, insinúa un ambiente rico en recursos, de manera que genere procesos individuales y grupales que permitan socializar los procesos personales de cada uno de los participantes”. El taller NO es una guía y nunca está “listo”.
Ausubel plantea que el aprendizaje del estudiante depende de la estructura cognitiva previa que se relaciona con la nueva información: Esta ya no se verá como una labor que deba desarrollarse con “mentes en blanco” o que el aprendizaje de los estudiantes comiencen “de cero” , El factor más importante que influye en el aprendizaje es lo que el estudiante ya sabe, esto quiere decir que en el proceso educativo, es importante considerar sus conocimientos previos de tal manera que establezca una relación con aquello que debe aprender.
En un taller, el protagonismo del instructor pasa a segundo plano y su labor es más bien de supervisión, siendo el estudiante quien desarrolla la mayor parte de las actividades en la consecución de un producto tangible
En un taller los procedimientos, la metodología y las herramientas se fundamentan en tres ejes:
1.  La atención a las necesidades 
2. La participación que aumenta la motivación individual y la capacidad para aprender haciendo.
3.  La visualización de las propuestas, discusiones y acuerdos del taller.

La finalidad de toda capacitación es que las personas aprendan algo. Aprender significa adquirir información, comprenderla, memorizarla y llevarla a la práctica.  Cuando aprendemos se inicia un proceso de cambio que causa resistencia.  La resistencia de la persona adulta ante el cambio es menor y se supera cuando el aprendizaje está relacionado con las necesidades personales.  Es importante que la persona que se capacita sienta la necesidad, manifieste un interés personal y vea su beneficio.  Entonces la resistencia al cambio se supera cuando sienten la posibilidad de usar lo aprendido en su vida cotidiana.   Si un capacitador fundamenta los talleres en las necesidades de las personas tiene asegurado el éxito.
Un capacitador facilita el aprendizaje de los participantes de un taller cuando:
·         Comparte los objetivos del taller
·         Dosifica la cantidad de información
·         Posibilita la reflexión y tiene el cuidado de avanzar a una velocidad adecuada y adaptada a la capacidad de los participantes
·         Alternar dinámicas de trabajo
·         Retroalimenta lo enseñado para fijar lo aprendido
·         Permite que los participantes tomen la decisión de lo que quieren aprender y cómo quieren hacerlo
·         El aprendizaje es de doble vía. Los participantes aprenden de los capacitadores y viceversa
·         Poner en práctica lo aprendido durante el taller 
              Para mas contenidos estratégicos y didácticos:  




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