El presente es una guía de estrategias didácticas para estudiantes y docentes del siglo XXI
Lluvia de ideas o torbellino
de ideas
También conocida como brainstorming o
tormenta de ideas, es una herramienta aplicada al trabajo en equipo, cuyo
objetivo es facilitar la obtención de ideas originales en función de un tema
determinado, mediante la exposición libre de los conceptos o propuestas de cada
uno de los integrantes.
Se utiliza cuando existe
la necesidad de dar rienda suelta a la creatividad de un equipo de trabajo,
producir una gran cantidad de ideas, lograr una mayor integración de los miembros
del equipo en el proceso de trabajo, y captar posibles oportunidades de mejora.
Existen diversas
técnicas para dar pie a una lluvia de ideas pero, por lo general, el resultado
debe apuntar a la cantidad más que a la calidad, es decir, se busca obtener
todas las ideas posibles sin mayores expectativas en cuanto a la eficacia de
las mismas. Para ello, se debe plantear el tema a desarrollar y brindar un
espacio de tiempo limitado para que cada miembro del equipo pueda escribir sus
ideas en torno a dicho tema.
Cada persona debe
brindar al menos una propuesta por sesión, y su evaluación posterior será lo
que determine la validez de dichas ideas en términos de calidad.
Algunas de las ventajas
que ofrece la aplicación de esta herramienta son:
·
La obtención de una amplia gama de ideas en
un menor tiempo.
·
El estímulo de la creatividad de los miembros del equipo de
trabajo.
·
La eliminación de bloqueos por parte del equipo frente a un
contenido determinado.
·
La obtención de diversas soluciones posibles sobre un mismo
problema.
Instrucciones:
1.
El primer paso es hallar un espacio de
tiempo para que el equipo pueda reunirse y exponer sus ideas cómodamente y sin
interrupciones.
2.
El grupo de trabajo podrá disponerse en un
salón de clases o en el sitio de su preferencia, donde deberá haber un ambiente
relajado que facilite el flujo de ideas.
3.
El facilitador presenta el tema central de
la sesión y estipula un tiempo límite para el desarrollo de las ideas.
4.
Pasado el tiempo, cada integrante expone
sus propuestas y el facilitador toma nota de cada una de ellas.
5.
Se establecen los criterios que ayudarán a
elegir las mejores ideas y se procede a evaluarlas conforme a los mismos.
6.
Se presenta una lista con las ideas
aprobadas y en consenso se procede a elegir la más favorable.
7.
Luego se establece el procedimiento a
seguir para ejecutar la propuesta elegida.
Para lograr un proceso
de lluvia de ideas efectivo, se debe tomar en cuenta lo siguiente:
·
Evitar hacer
críticas o
emitir juicios negativos sobre las ideas de los demás, esto puede desanimar a
los estudiantes y bloquear su capacidad creativa y de expresión.
·
Expresar todas y cada una de las ideas que
se crucen por nuestra mente, no importa si no tienen mucho sentido, pueden
servir de inspiración para el desarrollo de nuevas propuestas.
·
Apuntar siempre a
la cantidad,
mientras más ideas se presenten, mayor será el número de soluciones a elegir
para un determinado problema. Para ello es importante alentar la generación de
nuevas propuestas a medida que avanza la sesión.
·
Apoyar las
propuestas y
buscar la manera de mejorarlas. Es importante contribuir al perfeccionamiento
de las ideas del grupo mediante la interacción y la emisión de sugerencias.
Sin duda alguna, la
lluvia de ideas es una técnica bastante eficaz para potenciar el desempeño de
un equipo de trabajo y estimular su integración. Sin embargo, es importante
seguir las reglas y dirigir el procedimiento de manera estratégica para
garantizar que los resultados sean realmente los esperados, y aquí hemos dejado
todo lo que necesitas saber para alcanzar ese objetivo.
El método
635, es mucho más claro y aporta estructura. 6 personas se reúnen y han
de escribir 3 ideas en 5 minutos sobre un reto creativo. Transcurrido ese tiempo, cada persona debe pasar su
hoja de papel (con las ideas pergeñadas) a la persona que está sentada
justamente a su derecha. Al recibir esa hoja, cada persona revisa las ideas de
sus compañeros y las aprovecha para desarrollarlas o simplemente para
inspirarse en ellas. La cuestión es añadir ideas. El método prosigue hasta que
la hoja haya pasado por todas las personas.
Al final, el grupo tendrá 90 ideas (6x3x5) en sólo 25 minutos.
Las ventajas del
método 635 son patentes:
·
Muy fácil de
usar.
·
No requiere de
un moderador.
·
El potencial
innovador del grupo puede utilizarse plenamente (expertos en distintos tipos de
conocimientos).
·
Todos los
participantes permanecen activos e implicados (lo cual no es necesariamente así
en una sesión tradicional de brainstorming)
·
Se evitan las
discusiones prematuras (pueden tener un efecto negativo en el grupo).
·
Cualquier idea
útil se desarrolla sistemáticamente después.
·
El autor de la
idea puede ser identificado (en ocasiones, esto puede ser un factor motivador)
El nombre
Método Phillips 66 deriva de su creador J. Donald Phillips. Del Michigan State
College, y del hecho de que 6 personas discuten un tema durante 6 minutos. Es
particularmente útil en grupos grandes de más de 20 personas.
Objetivo
principal:
Lograr la
participación democrática en los grupos muy numerosos. Tal como lo ha expresado
su creador: “en vez de una discusión controlada por una minoría que ofrece
contribuciones voluntarias mientras el tiempo lo permite, la discusión 66
proporciona tiempo para que participen todos, provee el blanco para la
discusión por medio de una pregunta especifica cuidadosamente preparada, y
permite una síntesis del pensamiento de cada pequeño grupo para que sea
difundida en beneficio de todos”.
Objetivos
específicos:
– Permitir
y promover la participación activa de todos los miembros de un grupo, por
grande que éste sea.
– Obtener
las opiniones de todos los miembros en un tiempo muy breve.
– Llegar a
la toma de decisiones, obtener información o puntos de vista de gran número de
personas acerca de un problema o cuestión.
– Detectar
intereses, opiniones, deseos, problemas o sugerencia de un grupo grande de
personas en poco tiempo.
– Ampliar la base de comunicación y de participación al interior de un grupo numeroso.
– Implicar a la gente en las responsabilidades grupales.
– Disponer de un sondeo rápido de las opiniones o captar la disposición general prevaleciente en un grupo.
– Reforzar las prácticas democráticas al interior de un grupo.
– Ampliar la base de comunicación y de participación al interior de un grupo numeroso.
– Implicar a la gente en las responsabilidades grupales.
– Disponer de un sondeo rápido de las opiniones o captar la disposición general prevaleciente en un grupo.
– Reforzar las prácticas democráticas al interior de un grupo.
Además,
esta técnica desarrolla la capacidad de síntesis y de concentración; ayuda a
superar las inhibiciones para hablar ante otros; estimula el sentido de
responsabilidad, dinamiza y distribuye la actividad en grandes grupos.
El
“Phillips 66” puede ser aplicada en muy diversas circunstancias y con distintos
propósitos, siendo un procedimiento flexible.
Papel del
coordinador en procesos de debate:
Para
aplicar esta técnica, el componente del grupo que hace de coordinador debe:
–
Presentar de manera clara el tema o problema que se ha de considerar.
– Precisar
el objetivo a conseguir en grupo
–
Clarificar los criterios de agrupación de los miembros.
– Fijar el
tiempo destinado a trabajar en grupo.
–
Comentar, si es necesario, la conveniencia de escribir los acuerdos y
producciones.
– Cuidar
que los intercambios dentro de cada pequeño grupo se ciñan al tema que se ha
estipulado.
– Asegurar
que las intervenciones se lleven a cabo con la intensidad de voz adecuada para
evitar interferencias en otros grupos.
– Indicar
el término de la discusión
– Poner
las condiciones para que los diversos miembros procuren llegar, en lo posible,
a posiciones unificadas o complementarias.
En
la puesta en común el coordinador debe cuidar de:
–
Favorecer la clara, ágil y ordenada aportación de los diversos miembros.
– Asegurar
la buena calificación, de entrada, de todas las aportaciones.
– Velar
para que estas aportaciones sean consideradas en términos de complementariedad.
– Dejar
constancia escrita del material elaborado.
Sugerencias
prácticas:
Cuando el
grupo no es muy numeroso, pueden formarse subgrupos de 3 o 4 miembros. En
cambio no es conveniente formar grupos de más de 6 personas, porque la
participación se vería afectada.
Si los
miembros no se conocen, la interacción será favorecida con una breve auto –
presentación antes de comenzar la tarea del subgrupo.
El
facilitador podrá ampliar el tiempo de discusión de los subgrupos si observa
que éstos se hallan muy interesados en el tema, o no han llegado al resumen.
Es
conveniente que la pregunta o tema en discusión sea escrita en una pizarra y
quede a la vista de todos.
En las
primeras experiencias se propondrán temas sencillos, formulados con la mayor
claridad y precisión.
El
facilitador debe actuar con sencillez y naturalidad, estimulando el interés por
la actividad. No debe hacer ninguna evaluación de las ideas o respuestas
aportadas por los subgrupos; es el grupo quien debe juzgarlas.
En una
etapa de mayor experiencia, se pueden asignar distintos temas a cada subgrupo o
a varios de ellos.
En lo
posible, la pregunta ha de ser de las que exigen respuestas de tipo “sumatorio”
(Y no de oposición); ejemplo: mencione causas….; qué consecuencia tiene……;
cuántos factores….; qué características…., etc.
No
conviene utilizar esta técnica para tratar temas controvertidos en las
ocasiones en que se quiere saber la opinión de las personas que integran un
grupo grande, aunque a veces puede ser inevitable incluir temas que polarizan a
la gente.
El
animador del grupo debe moverse entre los subgrupos para estar a disposición de
los mismos.
Hay que
hacer uso de las conclusiones, ya que de lo contrario se puede producir una
frustración entre los participantes.
Dado que
los aportes suelen ser superficiales y dispersos, conviene utilizarla para
plantear temas muy breves y concretos.
La técnica del Cuchicheo consiste en dividir a un grupo en
parejas que tratan en voz baja (para no molestar a los demás) un tema o
cuestión de momento. De este modo todo el grupo trabaja simultáneamente sobre
un mismo asunto, en grupos mínimos de dos, y en pocos minutos puede obtenerse
una opinión compartida sobre una pregunta formulada al conjunto. Esta técnica
se asemeja al Phillips 66, podría decirse que es una forma reducida de él, con
la diferencia de que en lugar de seis son dos las personas que dialogan y el
tiempo se reduce a dos o tres minutos.
Como se realiza:
1. Cuando sea preciso conocer la opinión del grupo sobre un
tema, problema o cuestión prevista o del momento, el facilitador o coordinador
del grupo invita a discutir sobre el mismo, en lo posible reduciendo a una
pregunta muy concisa, en parejas.
2. El facilitador explica que cada una de las personas puede
dialogar con su compañero más cercano, el que esté a su lado, sin necesidad de
levantarse.
3. El diálogo simultáneo, de dos o tres minutos, se hará en voz
baja intercambiando ideas para llegar a una respuesta o proposición que será
luego informada al coordinador por uno de los miembros de cada pareja.
4. De las respuestas u opiniones dadas por todas las parejas se
extraerá la conclusión general o se tomarán las decisiones del caso.
Sugerencias Prácticas:
El diálogo simultáneo puede
utilizarse en grupos grandes o pequeños. Cuando el grupo sea numeroso habrá que
insistir en la necesidad de hablar en voz baja, para no interferir sobre los
demás.
Para
evitar que uno de los miembros domine excesivamente el diálogo, debe
recomendarse la activa participación de ambos.
Uno
de los miembros puede tomar nota de las respuestas u opinión final, para leerla
luego cuando el coordinador lo solicite.
Taller
Según Vasco, un taller “…es
un ambiente educativo en el cual la interacción con el conocimiento es también
interactiva e intersubjetiva entre los participantes, de manera que genere
procesos individuales en cada uno de los participantes…” y”…hacer un taller es
vivir una experiencia, insinúa un ambiente rico en recursos, de manera que
genere procesos individuales y grupales que permitan socializar los procesos
personales de cada uno de los participantes”. El taller NO es una guía y nunca
está “listo”.
Ausubel plantea que el aprendizaje
del estudiante depende de la estructura cognitiva previa que se relaciona con
la nueva información: Esta ya no se verá como una labor que deba desarrollarse
con “mentes en blanco” o que el aprendizaje de los estudiantes comiencen “de
cero” , El factor más importante que influye en el aprendizaje es lo que el
estudiante ya sabe, esto quiere decir que en el proceso educativo, es
importante considerar sus conocimientos previos de tal manera que establezca
una relación con aquello que debe aprender.
En un taller, el protagonismo del instructor pasa a segundo plano y su
labor es más bien de supervisión, siendo el estudiante quien desarrolla la
mayor parte de las actividades en la consecución de un producto tangible
En un taller los
procedimientos, la metodología y las herramientas se fundamentan en tres
ejes:
1. La atención
a las necesidades
2. La participación que
aumenta la motivación individual y la capacidad para aprender haciendo.
3. La visualización de
las propuestas, discusiones y acuerdos del taller.
La
finalidad de toda capacitación es que las personas aprendan
algo. Aprender significa adquirir información,
comprenderla, memorizarla y llevarla a la práctica. Cuando aprendemos
se inicia un proceso de cambio que causa resistencia. La resistencia de
la persona adulta ante el cambio es menor y se supera cuando el aprendizaje
está relacionado con las necesidades personales. Es importante que la
persona que se capacita sienta la necesidad, manifieste un interés personal y
vea su beneficio. Entonces la resistencia al cambio se supera cuando
sienten la posibilidad de usar lo aprendido en su vida cotidiana. Si un
capacitador fundamenta los talleres en las necesidades de las personas tiene
asegurado el éxito.
Un
capacitador facilita el aprendizaje de los participantes de un taller cuando:
·
Comparte
los objetivos del taller
·
Dosifica la
cantidad de información
·
Posibilita la reflexión y tiene el cuidado de avanzar a
una velocidad adecuada y adaptada a la capacidad de los participantes
·
Alternar
dinámicas de trabajo
·
Retroalimenta lo enseñado para fijar lo aprendido
·
Permite que los participantes tomen la decisión de lo que
quieren aprender y cómo quieren hacerlo
·
El aprendizaje es de doble vía. Los participantes
aprenden de los capacitadores y viceversa
·
Poner en práctica lo aprendido durante el taller
Para mas contenidos estratégicos y didácticos: